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Que la tecnología no sea excusa! Cómo logré escribir mejor cada día y sin faltas de ortografía

El no preocuparse por escribir sin faltas de ortografías, es un atentado a los lectores y una falta de respeto a las personas que nos leen. Hoy en día nos comunicamos con mas frecuencia y lo hacemos principalmente por medio de la palabra escrita.

Gracias a la tecnología pasamos de tener maquinas de escribir, a potentes equipos electrónicos que nos permiten escribir y corregir el texto en tiempo real. Incluso podemos corregir y revisar varias veces un documento antes de enviarlo.

Las computadoras, Tablets y Teléfonos,  nos permiten dictar y convertir la voz en texto, y hasta corregirlo por medio de diccionarios digitales mientras escribimos, pero a pesar de todas estas facilidades, tecnología y dispositivos cada vez mas inteligentes, las personas cada día escriben peor.

La falta de ortografía una enfermedad de transmisión textual

Adultos, jóvenes, adolescentes y niños, todos son víctimas de esta enfermedad que se transmite gracias a la exposición repetida a palabras mal escritas.

Luego de ver un cierto número de veces una palabra mal escrita, nuestro cerebro empieza a poner en duda lo que creemos que es correcto. Es como esa famosa frase que dice “una mentira repetida 1.000 veces se convierte en una verdad”.

“Si todos lo hacen, debo ser yo el que esta equivocado, mejor hago lo mismo que los demás para no verme como un tonto”.

Es este “comportamiento de rebaño” lo que nos impide detectar a tiempo, la verdadera causa del problema, y luego echamos la culpa al teclado, el diccionario del teléfono, etc.

Luego con el pasar de los días se va convirtiendo en una mala costumbre y al cabo de unos meses ya estaremos escribiendo mal de forma natural, ya no será culpa del celular o del teclado. Será culpa de nosotros mismos, porque decidimos entregarnos a la comodidad y dejamos de esmeramos en escribir bien y como debe ser.

Gracias a la Dislexia escribo mejor que muchos no disléxicos

“La dislexia se caracteriza por la dificultad en la precisión y fluidez del reconocimiento de palabras escritas, y en un déficit en las habilidades de decodificación lectora y deletreo. Esto supone dificultad para seguir la lectura, y en muchos casos dificultades en la comprensión lectora y el incremento del vocabulario.” (La mejor definición que he leído, visto en el blog de Olga Carreras)

Cuando yo estaba en la secundaria mi ortografía y gramática era terrible, tan así que era el peor de mi clase en ese sentido.  Tiempo después descubrí que parte de esto se debía que tenía un problema llamado Dislexia, por lo que debía hacer “un esfuerzo extra” para compensar esta condición, que es de por vida.

Razón por la que me propuse como meta “escribir cada día mejor”, y actualmente cometo menos faltas ortográficas  y gramáticas que la mayoría de las personas que conozco. Es tan así que en mi trabajo algunos me consideran un “Talibán Ortográfico”.

Sirve como ejemplo para los demás

En mi caso no puedo estar por ahí explicándole a todo el mundo lo que es ser un adulto con dislexia.  A casi nadie le interesa o simplemente no lo van a entender. Por lo que en vez de excusarme cuando algo queda mal escrito simplemente asumo mi culpa y reitero mi compromiso de hacerlo cada vez mejor.

Este hábito me ha permitido desarrollar la habilidad de corregir lo que escribo inmediatamente y si es necesario volver a enviar el mensaje, demostrando mi interés por mantener una buena comunicación con la otra persona.

Escribir sin faltas de ortografía demuestra el valor que damos a los demás.  Hay que procurar escribir bien aunque sea un mensaje de texto. Muchas veces ocurren malos entendidos por mensajes donde faltaba, una simple coma.

Tener una buena ortografía no es un don divino, sino el resultado de una buena formación lingüística. Tener errores ortográficos demuestra desdén y falta de interés, por lo que nunca será una buena carta de presentación.

Evitar los errores de ortografía, contribuye a preservar nuestra lengua y es una forma de servir como ejemplo para los demás.

Muerte por lapidación como castigo al Hoygan

Y bueno no quiero finalizar esta nota sin manifestar mi deseo que en algún momento de la historia se pueda condenar a muerte por lapidación a los Hoygan que uno tiene que aguantar cada día en las redes sociales.

Para los que no saben, un Hoygan es el usuario de Internet que participa en foros, chat, blogs o en general en cualquier página o aplicación que le permita participar y que escribe con multitud de faltas de ortografía y generalmente en mayúsculas.

Aunque creo que todos lo sabemos, usar mayúsculas al escribir en internet es sinónimo de chillar o gritar y no debe utilizarse más que en contadas ocasiones. Para los Hoygans es la manera básica de escribir. Que por cierto, el término “Hoygan” se debe a la forma como comienzan sus comentarios:

HOYGAN NESESITO VAJAR UN PROGRAMA…

Y aunque no lo creas, algunos lo hacen de manera intencionada. Mientras que otros escriben así debido a su bajo nivel cultural.

Todo el tiempo nos excusamos, pero si no nos ponemos como meta crear el hábito de escribir correctamente, entre una y otra excusa acabaremos escribiendo como esta gente: